En la estación, tuvimos un problema con un gran árbol que hubo que talar por razones de seguridad, pero por desgracia ocurrió exactamente lo que no debía ocurrir, ya que parte del árbol cayó directamente sobre la estructura y destruyó casi todo lo que había en el edificio. La estructura solo se pudo utilizar parcialmente. Pero para nosotros es importante reconstruirla respetando la cultura ancestral de los indígenas.
Nuestra casa club es una auténtica joya. Construida al estilo ancestral de los indígenas Bri Bri y Kabecka, es un lugar de encuentro e intercambio. Aquí, los indígenas de Talamanca pueden cocinar juntos, utilizar Internet y vender sus productos orgánicos en un mercado. ¿Y lo mejor? Es un centro cultural. La nueva construcción se basa en el arte indígena antiguo, lo que convierte a la casa en un verdadero legado del arte indígena y un punto de atracción para los visitantes.